¿Fue bueno en gran manera?
Sharon Herrera, coordinadora del área de familia de Instituto CRUX, reflexiona en cuanto a la pregunta que surge con respecto al principio de la creación, ¿todo fue bueno?
Sharon Herrera, coordinadora del área de familia de Instituto CRUX, reflexiona en cuanto a la pregunta que surge con respecto al principio de la creación, ¿todo fue bueno?
Sharon Herrera, coordinadora del área de familia de Instituto CRUX, reflexiona sobre el tema de la familia y nos invita a pensar en la pregunta ¿Nos enfrentamos al fin de la familia?
Es viernes y te invitamos a un café ¿cómo lo prefieres? Expreso, Latte, Capuchino, Mokaccino, Macciato, tómalo como más te guste, pero siempre en compañía de una buena conversación en Café, Cultura y Cristianismo.
While in the Psalter, as Israel’s hymnal, we encounter the God of Abraham, Isaac and Jacob made both familiar and strange to us, it is in the gospel accounts that we encounter the God of Jesus Christ made even more familiar, even more strange than we ever dared to imagine. Here we encounter an intimate and familial knowledge of God: God as Father, Jesus as our Brother, the Holy Spirit as the abiding Presence.
Así que, Dios crea de la nada con su Logos. Su poder se manifiesta no solo en la hermosura de su creación, sino también en la relación que establece con ella. Crea lo que él considera que es bueno, con las condiciones exactas para que el culmen de su creación, el ser humano, habite, se desarrolle y se relacione con él llevando su imagen e imitándolo.
Y aquellos que han convertido en arte el quejarse de la imperfección del mundo, y que quizá hasta me acusan de ser un ineficiente Supremo Creador, y tienen la arrogancia de creer que podrían haberme dado instrucciones para crear un mejor mundo terrenal, pero nunca han intentado ser mejores ellos mismos, y pretenden que la obra de su negligencia sea obra mía, han de saber que agregan al mundo imperfecciones peores que aquellas que son inherentes al mundo del que fui creador. ¡Y hasta ignoran que, en un mundo perfecto, jamás hubieran existido!
El comprender o explicar la realidad no excluye necesariamente a Dios. Una cosmovisión teísta considera a este como el Creador y no como parte de la creación. Esto es: la creación es lo que podemos percibir con nuestros sentidos, se puede comprobar experimentalmente; el Creador, por otra parte, es la fuente y origen de la creación.
Nosotros podemos (¡debemos!) recordarle a todo aquel que ha sido objeto de burla o menosprecio que es creación de Dios y, por lo tanto, reflejo de la imagen, grandeza, amor, poder, creatividad e inmensidad del Creador.
En el pasaje de 2 P 3:13 el concepto «tierra» apela a la esperanza judeocristiana de un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia. Basado en Is 65:17-25, en esta nueva creación no habrá lamento, sus habitantes plantarán viñas y comerán de su fruto, cada persona disfrutará de la obra de sus manos y no trabajará en vano.