BUSCAR

Los jóvenes y su lucha contra
la pornografía

Desde hace ya muchos años ha existido una plaga social, aparentemente común, llamada pornografía. De esto casi no se habla pues se considera como “un pecado más”. Sin embargo, no se dimensiona el inmenso mal espiritual, moral, ética, mental y físico que este provoca.

Espiritualmente: el pecado de la pornografía quebranta un mandamiento (Mateo 5:27-30), esto lleva a alejarse de Dios y su propósito.

Moralmente: porque deshumaniza la intimidad tanto de los actores como de los consumidores. Se puede llegar al punto de ver a las personas como objetos sexuales (Brad Salzman).

Éticamente: porque atropella muchos de los valores cristianos (1 Corintios 6:18).

Mentalmente: porque las descargas de dopamina que el cerebro genera por el placer de la masturbación y el consumo de pornografía son tan altas que pueden llevar a la depresión y la ansiedad.

Físicamente: según varios estudios científicos el consumo excesivo de pornografía y masturbación puede causar: disfunción eréctil, comportamientos compulsivos, anorgasmia, depresión, ansiedad, aislamiento social, entre otros. Y lo mencionado anteriormente es una cantidad mínima de los muchos efectos que la pornografía y la masturbación pueden causar.[1]

La situación actual

El considerable aumento de la pornografía y sobre todo la facilidad de acceso que se tiene a ella, han alterado los deseos sexuales de muchas personas, más aún en el público joven. En algunos casos cambiando sus conceptos de vida y en otros, esclavizándolos a la adicción. El Dr. Norman Doige, revela que el efecto de la pornografía en el cerebro del ser humano es tan fuerte al punto de parecerse al de las sustancias químicas adictivas tales como la cocaína o la heroína.

El efecto de la pornografía es similar al de las drogas, en el sentido que “le despegan de la realidad por un momento, pensando que todo va a mejorar, pero cuando regresa del viaje todo es peor”. Una versión plástica y genérica de la realidad.

La era de la tecnología ha hecho un cambio radicalmente fuerte sobre la cultura de la pornografía y la forma en la que esta se distribuye hoy en día. La pornografía ha ganado terreno tanto en la iglesia como en nuestras propias casas y en nosotros mismos. Una de las frases que utilizan los guías al escalar un volcán es: “A la vuelta está la cumbre”, y la pornografía se ha convertido en esto, pues a la vuelta puede encontrarla. Pero ¿a qué costo? Contamina la mente, le hace daño al corazón y lo peor es que le aleja del propósito de Dios.

¿Estamos haciendo algo para educarnos y educar a los demás acerca de este tema? Ya sea como padres, como iglesia, o por cuidado de nosotros mismos, pues está atrapando a muchas personas, y especialmente a una edad en específico…

¡Nuestros jóvenes!

Hoy en día el ver pornografía se ha vuelto socialmente aceptable, los jóvenes la consumen con más tranquilidad, y no nos damos cuenta de que esta les consumiendo. Literalmente ellos piensan en ello como una gran atracción, lo que les genera una enorme barrera para tener una relación genuina con Dios.

Los principales afectados son los jóvenes, “el setenta y nueve por ciento de los hombres entre dieciocho y treinta años ven pornografía al menos una vez al mes”[2]. La pornografía está matando a los jóvenes, les roba su intimidad, les quita su propósito en la vida, en los peores casos, los lleva al suicidio. ¿Por qué no se le presta tanta atención como a otras adicciones? Creo que como iglesia nos urge agregar a la lista de oración a todas las personas que están luchando contra esta adicción.

El diablo es astuto y busca formas de ver mal a los hijos de Dios. La idea equivocada que la pornografía le vende a los jóvenes hoy en día suele verse muy atractiva, pero en realidad es muy peligrosa. Me preocupa tanto porque en algún momento yo me creí esta idea y como yo hay muchos jóvenes creyéndolo…

¿Qué dice Jesús?

Los consejos nos ayudan a todos, pero un consejo de Jesús es lo que necesitamos hoy. La pornografía no es algo reciente, en el descubrimiento de la ciudad de Pompeya, se dieron a conocer muchas de las esculturas y frescos, una buena parte de ellos tenían contenido sexual muy fuerte.

Estoy seguro de que Jesús conocía la situación pecaminosa de algunos que tenían estas prácticas, por algo nos deja el escrito de Mateo 5:27-30. Jesús dice “el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón” (Mateo 5:28 NTV). Sean sinceros; ¿Qué se desea al ver un video pornográfico? Sin dudarlo, acostarte con la persona que vemos en la pantalla, aunque ni siquiera se sepa quién es. La pornografía trata de reducir el concepto humano al de un objeto que se puede obtener fácilmente.

Nosotros, los hijos de Dios, no somos un objeto, recordemos que valemos la sangre de Cristo y ese concepto tan grande y valioso de amor vale más que cualquier cosa en el mundo. Busquemos la forma de morir a la carne y vivir para Cristo.

Una vida de santidad no se logra apegado a la pornografía, se logra apegado a Dios como base fundamental. Luego se lleva un proceso diferente con cada caso, al igual que con las diferentes adicciones. ¿A quién ama más, a Dios o al pecado? Si este pecado le tiene consumido, busque ayuda antes de que sea muy tarde.


[1] Naief Yehya, Pornografía: Obsesión sexual y tecnológica (México: Tusquets, 2004).

[2] http://www.roadtograce.net/current-porn-statistics/

Compartir

Facebook
Twitter
Email
WhatsApp

Suscríbete

Archivo

Publicaciones mensuales

Lo más popular

Para estar al día

Publicaciones recientes

Podcast

Disciplinas espirituales, parte 4

La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

Escuchar »

Disciplinas espirituales, parte 3

La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

Escuchar »

Disciplinas espirituales, parte 2

La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

Escuchar »