Ética
Un futuro que marca nuestro presente
La parusía no es un sueño cristiano o una utopía irrealizable de la fe, sino el aceite que mantiene encendida la llama de la vida del creyente, una llama que alumbra en un mundo de oscuridad.
La parusía no es un sueño cristiano o una utopía irrealizable de la fe, sino el aceite que mantiene encendida la llama de la vida del creyente, una llama que alumbra en un mundo de oscuridad.