
Familia para el que no la tiene
Sin embargo, ser padres es un llamado mucho más grande y profundo: es el llamado a mostrar el amor de Dios a los hijos que él nos dio para criar.
Sin embargo, ser padres es un llamado mucho más grande y profundo: es el llamado a mostrar el amor de Dios a los hijos que él nos dio para criar.
El testimonio bíblico refleja la importancia de influir en la vida de otros. No tenemos que ser indiferentes ante las necesidades de los demás. Debemos de ir más allá de las meras reuniones dominicales y de los títulos que nos «definen». Necesitamos ser parte de las grandes «casualidades» de Dios, aquellas que bendicen e inspiran a otros a seguir al Maestro.
Mostremos con hechos y palabras el amor y respeto incondicional que merecen las personas por ser creados a imagen de Dios. Sin embargo, aprendamos a corregir el comportamiento cuando sea necesario. Así, modelaremos los principios del reino de Dios en nuestra sociedad.
El amar, escuchar, servir y testificar son pasos simples que harán que mucha gente se encuentre con la pregunta decisiva de su vida, planteada por el mismo Señor: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Mt 16:15 RV60).
El relato de Dorcas refleja cómo el amar se traduce en ayudar y servir al prójimo. Definitivamente, esta gran mujer impactó con sus acciones y motivaciones a la sociedad a su alrededor.
Nosotros podemos (¡debemos!) recordarle a todo aquel que ha sido objeto de burla o menosprecio que es creación de Dios y, por lo tanto, reflejo de la imagen, grandeza, amor, poder, creatividad e inmensidad del Creador.