Universidad y fe: creer en tiempos difíciles, parte 2.
Si fortalecemos nuestros discipulados con este contenido, todavía no estaremos listos del todo. La mejor defensa de la fe es una vida íntegra, es decir, una vida donde nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones estén alineados y armonizados. A esto lo llamo “testimonio de fe” o “apologética del testimonio”.