BUSCAR

Padres ausentes en la vida de sus hijas

Hay padres ausentes que viven en el hogar con sus hijos; aun aquellos que proveen casas grandes y tutores. Los hijos de estos padres sufren muchas de las mismas consecuencias sociales y psicológicas que los hijos de padres que abandonan el hogar. El tener un padre indiferente, o peor aún, abusador, es lo mismo que tener un padre ausente.[1]

Aunque se piense que las mujeres son una pieza clave en el hogar, se cree necesario indicar que la influencia que tiene un padre es innegable.[2] De hecho, la ausencia de este acarrea graves consecuencias, las cuales pagará la hija desde la niñez hasta la edad adulta. Norman Wright indica lo siguiente:

Es muy posible que la imagen que tengas de tu padre no sea la de un padre ideal o que esté presente en el hogar, aunque no sea efectivo, sino la de un padre que abuse o que se encuentre ausente. Es posible que los recuerdos que tengas de tu padre se vean ocultos por sus faltas, de modo que te veas obligada a luchar contigo misma, buscando algún pensamiento o sentimiento positivo con respecto a tu padre.[3]

La ausencia del padre ocasiona que los hijos estén más propensos a consumir drogas, tener problemas de conducta, de salud, emocionales y escolares. También pueden ser víctimas de abuso e involucrarse en conductas criminales.[4] Es sumamente curioso que «la mayor parte del descontento de los jóvenes, la soledad que manifiestan, las enfermedades depresivas y las conductas irregulares están originadas por estas primeras ausencias».[5] De igual forma, «la figura paterna es tan importante en el hogar que algunas muchachas que crecen sin un buen padre desarrollan lo que se denomina hambre de padre».[6] Esto significa que la ausencia provoca que la imaginación de la hija sin padre invente uno y lo haga de forma muy bien fabricada, y que además finja que el padre es tal y como lo imagina.[7] Según Ofelia Pérez, la ausencia del padre es lo siguiente:

Un factor detrás de la delincuencia, la sexualidad prematura, las uniones consensuales, los hijos nacidos fuera del matrimonio, el deterioro en el logro académico, la depresión, la propensión de las mujeres a ser abusadas, la pobreza y los conflictos en la definición de roles sexuales. Se cree que provoca un 100 % de aumento de la lucha por la identidad sexual y de la incidencia de homosexualidad.[8]

Por otro lado, al ser la relación de un padre y su hija tan fundamental, esta última pasará buena parte de su vida y tiempo superando este déficit. Por ejemplo, cuando una hija no ha experimentado el amor y aceptación incondicional de su padre será presa fácil de hombres que solo buscan lograr un fin sexual,[9] siendo masilla en las manos de aquellos que deseen usarla y abusar de ella.[10] Lo anterior, como es lógico, puede conllevar un alto precio: riesgo de adquirir alguna enfermedad de transmisión sexual, tener un embarazo extramatrimonial, entre otras. En otras palabras, «los papás indiferentes, que no se involucran o son hostiles, no ofrecen un buen modelo a sus hijas, y a estas les costará trabajo relacionarse con otros hombres a lo largo de su vida».[11]

Si una hija no ha tenido seguridad, amor y confianza proveniente de su padre, ella sufrirá durante toda su vida la carencia de estas cosas porque son lo más importante para el desarrollo sano del ser humano. Una mujer puede ser atraída hacia los hombres que no son buenos para ella, que la tratarán mal, y permitirá esto porque coincide con el modo en que se ve a sí misma en su relación con los hombres y con su padre.[12] Es decir: «lo que el padre ha negado dar a su hija también puede afectar lo que ella espere de otros hombres».[13] Como bien comenta Wright:

Hay muchas hijas que andan con un vacío en su corazón con la forma de su padre. Les falta algo que debieron haber recibido de él. O él les respondió de maneras que fueron mucho más allá de lo que cualquier hija debió haber soportado. O simplemente desapareció un día de sus vidas y no volvió a aparecer. Cualquiera de esas experiencias puede crear un vacío que aparentemente no puede ser llenado por ninguna otra cosa.[14]

Al crecer la niña y convertirse en mujer sin la presencia del padre, sin la afirmación de su feminidad, llegará a ser una «amazona armada». Esto significa que ella reaccionará negativamente en contra del abandono del padre, provocando que adopte funciones masculinas de la paternidad.

Comoquiera que el padre no le ofreció la imagen masculina que necesitaba, decide representar ella misma ese papel. Para ello desarrolla una fuerte personalidad masculina mediante sus hazañas personales o luchando agresivamente a favor de una determinada causa. Es posible que refleje sus rasgos paternales controlando a las personas y las situaciones e “imponiendo la ley”. En el trabajo es un terremoto humano y en el hogar dirige la familia como si de un negocio se tratase.[15]

Tocando el tema específico de la feminidad, se necesita prestar atención a esto porque muchos problemas de lucha sexual provienen de esta fuente: ausencia paterna. En este caso, el desarrollo de la feminidad es una de las cosas que más se sufre con la ausencia del padre. Normalmente, las niñas expresan por naturaleza todos los rasgos del género femenino; sin embargo, si el padre se mostró física o emocionalmente alejado, o rechazó a la hija o se mostró enojado, automática e inconscientemente se relaciona todo esto con la feminidad. Una niña no posee la madurez intelectual para comprender el rechazo ni para protegerse a tiempo de esto, provocando en la identidad femenina un corto circuito.[16] Referente a esto, Wright indica lo siguiente:  

Cuando un padre no valora ni reacciona ante la feminidad de su hija, ella se ve atrofiada en su desarrollo. Cuando una hija tiene poca experiencia en hacer que su padre esté encantado con ella como niña, está incompleta. No le queda más remedio que descubrir por sí misma su feminidad, con frecuencia con trágicos resultados en las relaciones que tenga con los hombres. Los padres afectan, sin duda alguna, la feminidad de sus hijas.[17]

Al comprender un poco acerca de las consecuencias del padre en la vida de su hija, se desea terminar con la siguiente frase: «Tus pensamientos y sentimientos acerca de ti misma y la relación que actualmente tengas con otros hombres reflejan el impacto que ejerció tu padre sobre ti».[18]


[1] Ofelia Pérez, ¡Necesito a papá!: El grito de una sociedad sin padre (Lake Mary: Casa Creación, 2011), 11. Como bien indica este párrafo, al usar la expresión «padres ausentes» no solo me estaré refiriendo a la ausencia física, sino también a la ausencia de padres «presentes».

[2] Kevin Leman, Sé el papá que ella necesita que seas: La huella indeleble que un padre deja en la vida de su hija (Nashville: Nelson, 2014), 2.

[3] H. Norman Wright, Siempre seré tu niña pequeña (Grand Rapids: Portavoz, 1991), 26.

[4] Leman, Sé el papá que ella necesita que seas, 4.

[5] Mercedes Eguíbar, La nueva identidad femenina (Madrid: Palabra, 2003), 189.

[6] Leman, Sé el papá que ella necesita que seas, 3.

[7] Ibíd., 4.

[8] Pérez, ¡Necesito a papá!, 11.

[9] Leman, Sé el papá que ella necesita que seas, 148.

[10] Ibíd., 156.

[11] Lucía Legorreta, Mujer, ¡apuéstale a la familia! (Chapultepec: LID, 2017), 92.

[12] Leman, Sé el papá que ella necesita que seas, 2, 3.

[13] Wright, Siempre seré tu niña pequeña, 10.

[14] Ídem., Un vacío llamado papá (Nashville: Nelson, 2006), 10.

[15] Ídem., Siempre seré tu niña pequeña, 31.

[16] Ibíd., 30.

[17] Ibíd., 30-31.

[18] Ibíd., 10.

Compartir

Facebook
Twitter
Email
WhatsApp

Suscríbete

Archivo

Publicaciones mensuales

Lo más popular

Para estar al día

Publicaciones recientes

Podcast

Disciplinas espirituales, parte 4

La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

Escuchar »

Disciplinas espirituales, parte 3

La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

Escuchar »

Disciplinas espirituales, parte 2

La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

Escuchar »