BUSCAR

Cultura, pandemia y sociedad ¿Se asoman cambios culturales después de la pandemia?

    La pandemia del COVID-19 lo ha trastornado todo. ¿Eso incluye la cultura y la sociedad en el sentido más amplio? Nuestra cultura tiene ciertas características que parece que no son tan amigables con las medidas de protección sanitaria que han sido impuestas para tratar de controlar la propagación del COVID-19. Aislamiento, confinamiento, distanciamiento social no son ni palabras ni acciones propias de nuestra cultura. Además, hay otros rasgos de nuestra cultura que entran en conflicto con la realidad de la crisis actual, algunos de los cuales deberían cambiar.

    Parece que algunas culturas y sociedades más organizadas han tenido más éxito en enfrentar la crisis del coronavirus que aquellas menos organizadas como la nuestra. Las culturas más individualistas han tenido menos dificultades para adaptarse a las medidas de confinamiento y distanciamiento social; mientras que a las culturas más comunitarias les ha costado mucho aceptar y adaptarse a estas restricciones. ¿Significa esto que tenemos que abandonar nuestra identidad comunitaria? Otro rasgo característico de nuestra cultura es la informalidad con que hacemos muchas cosas, desde las relaciones personales hasta los negocios y la economía, lo cual también ha sido determinante en la manera en que hemos enfrentado la crisis de la pandemia. ¿Significa esto que debemos ser más formales en todo lo que hacemos? ¿Se asoman cambios culturales después de la pandemia?

    Un poco de historia

    Muchos cambios culturales a lo largo de la historia han sido el resultado de crisis diversas (guerras, catástrofes naturales, hambrunas, pestes y más). La crisis actual puede que nos lleve a cambios culturales que no hemos considerado. Además, hay que recordar que la fe cristiana lleva consigo la misión de transformar a las personas, las culturas y las sociedades con los valores del Reino de Dios que es el mensaje del Evangelio. Por eso no es de extrañar que el avance de la fe cristiana vaya acompañado inevitablemente de cambios culturales, aunque lamentablemente no todos los cambios han sido para bien ni se ajustan a los valores del Reino de Dios.

    Un cambio cultural mayor se dio después de que terminara la crisis de las persecuciones a los cristianos en el siglo IV. Se puede decir que a partir de ese entonces se fue forjando lo que se conoce como la «cultura occidental judeocristiana» que dio lugar a la Europa medieval. Se trató de una mezcla de las culturas antiguas grecorromanas y las culturas judías y la nueva cultura cristiana. Otro cambio cultural mayor se dio a partir de la crisis de la reforma protestante del siglo XVI. Los países que abrazaron la Reforma fueron transformados culturalmente y así nació la moderna Europa, especialmente en el norte y desde allí se expandió a otras partes del mundo. Los países que permanecieron católicos mantuvieron, básicamente, la cultura medieval anterior. América Latina heredó esa cultura a partir de la conquista española y la posterior colonización, la cual se mezcló con las culturas autóctonas ancestrales que ya estaban en esta región. Todas las culturas y las mezclas tienen valores positivos y negativos, como todo lo humano. A partir del siglo XVIII de instaló en el mundo occidental la cultura llamada «modernidad», que es la que ha regido hasta ahora.

    En la actualidad hemos estado experimentando otro cambio cultural mayor que se ha llamado «posmodernidad», que vemos expresada principalmente en las nuevas generaciones. Este cambio actual se ha venido acentuando y acelerando a raíz de la crisis de la pandemia del COVID-19. ¿Qué consecuencias habrá? ¿Cómo podemos asimilar los cambios y a la vez mantener los valores del Reino de Dios? ¿Nos ayuda la Biblia?

    Sé parte de la misión de icrux

    Un poco de Biblia

    La Biblia está llena de elementos culturales muy variados que van desde la época patriarcal hasta el primer siglo de la era cristiana. No hay una sola cultura bíblica que podamos identificar como la «verdadera y santa». En realidad, hay varias culturas que conviven con mezclas y relaciones buenas y malas. Lo que sí hay son principios y valores que son de aplicación en todas las culturas. La ley de Moisés establece los parámetros fundamentales sobre los cuales funcionaría el pueblo de Israel. Allí están reguladas prácticamente todas las esferas de la vida, y como base están los valores y principios que subyacen en la cultura del pueblo de Israel, donde sobresale el valor de la justicia.

    En el Nuevo Testamento, con las enseñanzas de Jesús, especialmente en el sermón del monte, se establecen los valores de la cultura del Reino de Dios, donde también sobresale el valor de la justicia (ver Mt 5:6, 10, 20; 6:1, 33). El establecimiento de una cultura cristiana con los valores del Reino ha sido un proyecto de difícil realización a lo largo de la historia por causa de la naturaleza misma de los seres humanos y de las sociedades que ellos organizan. Sin embargo, los principios y valores siguen estando allí y sigue siendo un reto reflejar esos valores en nuestra cultura. La paz, la mansedumbre, la humildad, la santidad, el amor —incluso a los enemigos— y sobre todo la justicia (2 P 3:13) son algunos de los valores que representan el Reino de Dios y que debemos reflejar nosotros como representantes de ese reino aquí y ahora. A estos valores podemos agregar otros, que también aparecen en las Escrituras, como el respeto, la responsabilidad, la disciplina, el orden, la comunidad, la familia y la excelencia. Varios de estos valores los observamos en nuestra cultura aunque sea de manera pálida, pero muchos otros no. El desafío para los seguidores de Jesús sigue vigente aún en medio de la pandemia. Los cambios culturales que se avizoran deberían estar fuertemente alimentados por los valores que emanan de las Escrituras.

    Un poco de actualidad

    Como lo mencioné arriba, algunas culturas han tenido más dificultades para enfrentar la pandemia. Es muy posible que habrá ajustes en algunos rasgos característicos de nuestra cultura después de la pandemia. Quizá debamos tomar en serio algunos de los valores del Reino y empezar a expresarlos concretamente. Todas las culturas humanas tienen cosas buenas y no tan buenas, y esta crisis puede hacer que aparezcan tanto las cosas buenas como las malas. Por ejemplo, se ha visto buenas acciones de solidaridad y de cuidado de unos hacia otros, pero también se ha visto la irresponsabilidad de actuar como si no importaran los demás. Hemos visto cómo un sector de la sociedad ha acatado las disposiciones gubernamentales, pero otro no. Hemos visto cómo ha habido orden en los procedimientos sanitarios y a la vez también desorden y descontrol. A algunos parece ya no importarles el COVID-19, sino su derecho a ganarse la vida trabajando, aunque se arriesguen.

    ¿Cuáles valores del Reino de Dios estamos reflejando en medio de esta pandemia? ¿La libertad individual es más importante que la comunidad o viceversa? ¿Son los contagiados con el COVID-19 un enemigo más que tenemos que amar? ¿Cómo? ¿Necesitamos organizarnos más y mejor como sociedad para enfrentar mejor este tipo de crisis? Cuando terminen las restricciones y volvamos a la «normalidad», ¿regresaremos a comportarnos de la misma manera que antes, como si nada hubiera pasado? No cabe duda que se asoman cambios culturales que quizá no podamos identificar claramente ahora, pero los cristianos, discípulos de Jesús, deberíamos priorizar los valores del Reino de Dios y apuntar a cambios culturales basados en ellos, porque al fin y al cabo, para el creyente el futuro siempre es mejor.

    Compartir

    Facebook
    Twitter
    Email
    WhatsApp

    Suscríbete

    Archivo

    Publicaciones mensuales

    Lo más popular

    Fe & Actualidad

    Jesús, el camino al padre

    En esta ocasión Gonzalo A. Chamorro conversa con don David Suazo e Ismael Ramírez sobre el tema: Jesús, el camino al padre. Este episodio es parte de la serie: Juan, el evangelio.
    Te invitamos a contestar la pregunta del día: ¿Habiendo tantos caminos, ¿cómo saber que Jesús es el correcto?

    ESCUCHAR »

    0 comentarios

    Deja una respuesta

    Marcador de posición del avatar

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Para estar al día

    Publicaciones recientes

    Podcast

    Disciplinas espirituales, parte 4

    La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

    Escuchar »

    Disciplinas espirituales, parte 3

    La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

    Escuchar »

    Disciplinas espirituales, parte 2

    La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.

    Escuchar »
    Formación bíblica, teológica y ministerial para el cuidado y restauración de las familias

    INSCRÍBETE