En varios países de América Latina, especialmente en Centroamérica, los meses del fin de año son tiempo de vacaciones escolares. Este año atípico ya trajo un ciclo escolar que impidió que los niños y adolescentes asistieran físicamente a sus escuelas y colegios para tomar clases y convivir con sus compañeros. Ahora están de vacaciones. ¿Qué se hace en este tiempo? ¿Cuáles son las actividades propias de las vacaciones? Muchos padres inscriben a sus hijos en programas especiales de deporte, música, arte en general y otras actividades. Mucho de eso se sigue ofreciendo, pero en formatos digitales y virtuales, excepto, quizá, los programas de deporte.
Los padres han tenido que aprender a lidiar con la presencia permanente de sus hijos en casa durante casi todo este año escolar, así que parece que no sería problema seguir lidiando con esa realidad en tiempo de vacaciones. Sin embargo, la diferencia es que en el tiempo de clases los niños estaban ocupados —al menos durante buena parte de la mañana en sus clases virtuales—, mientras que ahora están libres, y eso puede volverse un problema para los padres y también para los niños y adolescentes. ¿Cómo debemos entender esta nueva realidad? ¿Hasta qué punto afectará el desarrollo y la relación de niños y adolescentes estas vacaciones inusuales? ¿Hay alguna enseñanza que podemos extraer de la historia y de la Biblia?
Un poco de historia
El concepto de vacaciones tal y como lo conocemos hoy es relativamente reciente. En la antigüedad no había el sistema laboral ni escolar como se conoce hoy. Sin embargo, sí podemos encontrar algunas señales de tiempo de ocio desde la época del Imperio romano. En aquellos tiempos se hablaba de las casas de verano donde la clase política y la aristocracia pasaban tiempos de descanso. Para el pueblo en general no había acceso a ese tipo de ocio, pero estaban las festividades religiosas en honor a los dioses, y así esos días festivos eran libres del trabajo cotidiano.
En la era cristiana las cosas no cambiaron mucho. La clase política y la nobleza tenían acceso a lugares de descanso y al tiempo para ello, pero el pueblo no. Sin embargo, las festividades religiosas cristianas sustituyeron a las paganas y surge el concepto de «feria», que era la fiesta popular en honor al santo patrono de la parroquia, la ciudad, la región o un país entero. De allí viene el concepto de «feriado» como día libre del trabajo cotidiano para dedicarlo a la festividad religiosa correspondiente. Esta era la manera en que el pueblo descansaba de las labores diarias. Los niños participaban en estas festividades junto con los adultos como parte de su vida normal, sin que hubiera un tiempo especial de vacaciones para ellos.
Las cosas siguieron así durante toda la Edad Media e incluso durante la reforma protestante y después. Es en la era moderna, a partir del siglo XVIII, que empieza el proceso de escolarización más formal y surge un sistema laboral más o menos como el que conocemos hoy. La idea de vacaciones laborales pagadas viene del siglo XIX, pero se establece prácticamente en todas partes a inicios del siglo XX. La idea de vacaciones escolares para los niños y adolescentes y luego los estudiantes universitarios también viene del siglo XIX. Su origen está relacionado con el período de verano en el hemisferio norte con altas temperaturas que entorpecían el proceso natural de las clases. También se relacionaban con ciclos de trabajo agrícola en los cuales los niños ayudaban a sus padres y necesitaban tiempo libre no para descansar o hacer nada, sino para ayudar en las labores agrícolas. Con la industrialización y el trabajo más sedentario de oficina las vacaciones escolares fueron cambiando hasta llegar a lo que conocemos hoy. Los de la generación adulta recordamos las vacaciones escolares como tiempos de juegos con los vecinos, los primos o con períodos largos de tiempo en la casa de los abuelos, con viajes y otras actividades similares. Hoy las cosas ya no son así, y a veces las vacaciones son un dolor de cabeza para los padres y una saturación de actividades extraescolares para los niños.
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