¿Por qué esta historia de los zapatos viejos?
Les cuento esta historia porque yo, a la tierna edad de 80 años, personalmente necesito de valor continuo para mantener mis ojos en la meta final; no en las metas administrativas de una organización o ministerio; no en el falso yo; no en esos resultados medibles y tangibles, ni siquiera en un perfil que siempre mejora con éxito aparente (ya sea que llegue uno allí por la ruta auténtica o a la fuerza se forje el camino); ni en las metas autoimpuestas de una sociedad que valora la alta productividad.
Pero todos nosotros, hombres y mujeres, seamos más jóvenes o más viejos, tenemos que tener cuidado con las trampas que nos han puesto. No debemos olvidar nunca al enemigo triple mortal: el mundo, la carne y el diablo. Algunas trampas nos harán tropezar por algún tiempo, pero nos recuperaremos, sea a través de la confesión de pecado y la restauración, o simplemente por el camino natural de la madurez. Pero otras trampas son mortales y pueden destruir nuestras vidas y ministerios, nuestra integridad y nuestras familias. Hay otras cosas que no podemos controlar, como el Alzheimer.
Sé parte de la misión de icrux
Escribo este ensayo con un compromiso a favor de una preocupación por mis hermanas y hermanos alrededor del mundo y en todas las vocaciones, sea en el ministerio cristiano o en otras esferas de la vida. Por esa razón encontrarán aplicaciones específicas dirigidas a todas las carreras y ocupaciones. Escribo con un trasfondo de 55 años de vida y trabajo transcultural, 17 de ellos en América Latina y 30 de ellos en liderazgo con la Comisión de Misiones de la Alianza Evangélica Mundial. Al mismo tiempo, escribo y hablo desde mi perspectiva personal.
Algunos de mis lectores podrán sentir que esto es tan teórico, porque son más jóvenes, no se acercan al retiro oficial del trabajo, ni enfrentando una enfermedad devastadora. Pero quiero que miren el tema de terminar bien de esta manera. Lo menos que pueden hacer ahora mismo es conocerse a sí mismos y anticipar los campos minados que están por delante y discernir algunos de los peligros y aprender de aquellos que han batallado para terminar bien. Nunca olviden que terminar bien se aplica a toda etapa mayor de la vida, vocación y ocupación. Así que, a pesar de sus edades y temporadas de vida, estas reflexiones son para ustedes, sean más jóvenes o mayores de edad y aquellos que enfrentan la jubilación formal.
En esta ocasión Gonzalo A. Chamorro conversa con don David Suazo e Ismael Ramírez sobre el tema: Jesús, el camino al padre. Este episodio es parte de la serie: Juan, el evangelio.
Te invitamos a contestar la pregunta del día: ¿Habiendo tantos caminos, ¿cómo saber que Jesús es el correcto?
La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.
La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.
La espiritualidad cristiana, definitivamente, tiene que ver con la totalidad de la vida, es decir, se lleva a cabo y se ejercita en lo individual y en lo comunitario, en la soledad y en lo social. También es cierto que esta tiene un fin: acercarnos más a Dios y a nuestro prójimo. ¿Cuáles son aquellas prácticas que nos ayudan a ser mejores discípulos del Señor? ¿Qué es, realmente, la “espiritualidad cristiana”? ¿Hemos olvidado ejercicios espirituales valiosos? Te invitamos a unirte a esta nueva conversación.
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