La sabiduría del estoicismo para vivir una vida cristiana

El estoicismo es una corriente filosófica que ha tomado popularidad en los últimos años en el campo laboral y en el movimiento de la autoayuda en nuestra respectiva sociedad. Sin embargo, este concepto no es bien aceptado en el mundo judeocristiano, principalmente en los grupos eclesiásticos más conservadores.

En el presente articulo estudiaremos el origen del estoicismo para que nuestros lectores comprendan a modo de esbozo este movimiento filosófico que ha trascendido a través de la historia y que muy posiblemente tenga un impacto en la comunidad de Fe.

El estoicismo es una escuela filosófica antigua que nos enseña a vivir una vida virtuosa y racional en armonía con la naturaleza y nuestra propia razón. Los estoicos creen que se debe enfocar en lo que se puede controlar y aceptar lo que no puede ser controlado, se debe cultivar la paz interna y la resiliencia ante las adversidades. Algunos creen que el estoicismo es incompatible con el cristianismo, ya que parece negar u omitir el rol de Dios y su gracia en la vida de cristiano. Contrario a ese pensamiento existen varios puntos de convergencia entre ambas cosmovisiones y se puede aprender mucho de ambas.

Unos de los autores cristianos que fue influenciado por el estoicismo fue C.S. Lewis, el famoso escritor de “Las Crónicas de Narnia” y “Mero Cristianismo”. C.S. Lewis fue un gran admirador de Seneca, uno de los filósofos estoicos más prominentes, y constantemente hizo referencias a su trabajo. Lewis también adopto algunos de los conceptos del estoicismo, tal como la ley natural, deber moral y dignidad humana.

 C.S. Lewis cree que Dios creó a la humanidad con una naturaleza racional que refleja la racionalidad de Dios y que Él puso una ley moral en el ser humano que lo guía a hacer lo correcto. Él también cree que Dios permite adversidades y sufrimiento para poner a prueba la fe refinar el carácter del Cristiano. El escribió en su libro El Problema del Dolor: “Podemos ignorar incluso el placer. Pero el dolor insiste en ser atendido. Dios nos susurra en nuestros placeres, habla en nuestra conciencia, pero grita en nuestros dolores: es su megáfono para despertar un mundo sordo.”. Dios habla de diferentes maneras. Habla a la conciencia de su creación. Esa es su forma de llamar la atención y hacer crecer a los cristianos espiritualmente, para ayudar a ver las cosas con más claridad.

Otro autor cristiano que también fue inspirado por el estoicismo fue G.K. Chesterton, el ingenioso y paradójico escritor de “Ortodoxia” y “El Hombre Eterno”. Chesterton estaba fascinado por la idea estoica de vivir de acuerdo con la naturaleza, pero le dio un giro Cristiano. El argumentaba que la naturaleza no es una fuerza ciega o una ley rígida, sino una expresión de la creatividad y amor de Dios.

Chesterton creía que se debe aceptar el orden natural como un regalo y revelación de Dios, y que se debe celebrar la belleza y diversidad de la creación. Él también creía que se debe resistir los estilos de vida artificiales y antinaturales que corrompen las almas en la sociedad. El escribió en su libro Ortodoxia:  “Cuanto más consideraba el Cristianismo, más encontraba que mientras establecía una regla y orden, el principal objetivo de ese orden era dar espacio para que las cosas buenas corran libremente”. Lo cual significa que el cristianismo provee un marco de referencia para un estilo de vida cristiano, pero a la vez permite libertad y creatividad para hacer lo que es bueno.