Generación Z: ¿los conocemos?

En estas líneas exploraré no exhaustivamente las características generales, que se pueden tener hasta el momento, de la famosa Generación Z (Gen Z). Hemos de identificar a la Gen Z como los nacidos entre 1997-2012, que también son conocidos como posmilenial. Este grupo es la primera generación que no conoció al mundo sin internet. Ellos, “los miembros más antiguos de la Generación Z, que ahora tienen veinticinco años, nacieron en la época en que la World Wide Web hizo su debut público en 1995. Por lo tanto, son la primera generación que creció conociendo el mundo con la posibilidad de información y contenidos infinitos”.[1] El desarrollo de los que componen a la Gen Z es considerado por algunos paradójico e incluso contradictorio. Por un lado, tienen grandes medios para comunicarse, es decir, para ejercer una voz, para que sean escuchados, por el otro lado se considera que los posmileniales se perciben como individuos que tienen una sensación de poca influencia “en la vida real”.[2] Lo que no se puede discutir es que ellos están entrando a la fuerza laboral, social, eclesial y su voz tendrán más injerencia año con año.

Tres elementos generales pueden servir de punto de partida para comprender a este grupo de adolescentes/jóvenes:

Tienen muy claro quiénes son y usan esa claridad de identidad para autodefinirse y rechazar presiones y demandas no deseadas (por ejemplo, “no, eso no es apropiado para quien soy”). En segundo lugar, se unen a comunidades (principalmente en línea) que encajan, apoyan y ayudan a refinar su identidad, propósito y (para algunos) activismo personal y colectivo. En tercer lugar, rechazan la jerarquía y adoptan distribuciones más amplias de voz y poder sobre la base de la igualdad y la colaboración y con un conjunto claro de valores.[3]

Estos elementos anteriormente descritos muestran cómo este grupo se diferencia de sus predecesores, entre ellos los mileniales.

Identidad: descubro, expreso y vivo quién soy

Los que componen la Gen Z se pueden desentender fácilmente de presiones que no comprenden y por lo tanto no desean. La cuestión de la identidad es clave en ellos. En una era digital en la que han crecido, su identidad está marcada ampliamente por el uso de redes sociales para mostrar su autenticidad como personas.[4] Este rasgo es incluso importante para aquellos que ya están dentro de la fuerza laboral.[5] No es sorprendente que el “descubrir, expresar y vivir ‘quién eres’ es un imperativo moral para los posmileniales, no solo pragmático: esto requiere tanto flexibilidad como autenticidad, aunque a veces las dos pueden estar en tensión”.[6] Además, se puede decir que ellos tienen “un sentido de optimismo, confianza y comunidad”,[7] y que los logros personales, sean educativos o profesionales, junto a los pasatiempos son los más importantes para la identidad de la Generación Z.[8] A esto se puede agregar que el distanciamiento a identificarse con una religión en específico es un fenómeno cultural en ellos. Ante este elemento cabe la necesidad de explorar cómo ellos ven su identidad con relación a la fe. El estudio The Open Generation muestra que en general ellos “no ven a los cristianos tan positivamente como ven a Jesús”.[9] Esto pareciera indicar que, aunque no existe una mayor atracción a la iglesia institucional sí hay cierta atracción a Jesús como persona.

Por ejemplo, en los Estados Unidos se estima que más de la mitad de los jóvenes/adolescentes que integran a la Gen Z se sienten atraídos por Jesús.[10] A nivel mundial The Open Generation muestra que 2/5 partes de los posmileniales tienen atracción por aprender sobre Jesús y 1 de cada 4 posmileniales se considera un cristiano comprometido, es decir, alguien que ha tenido una experiencia significativa de fe.[11] La figura de Jesús muestra a esta generación la necesidad de vincularse con algo genuino, real y honesto. Es posible que el conocer más de la figura/persona de Jesús tiende a ser más significativo a su identidad que el pertenecer a una confesión eclesial.

Comunidad: buscando mi tribu

 El sentido de comunidad para la Gen Z es bastante importante. En una encuesta de Pew Research Center las personas de entre 18 a 29 años (mayormente Generación Z) refirieron que ellos encuentran sentido, realización y satisfacción en sus vidas dentro de sus amigos y comunidades.[12] Cabe destacar que este sentido de comunidad está vinculado a la interacción digital. Es por lo que se puede decir que su identidad es intensamente social.[13] Su identidad se refuerza por su sentido de comunidad. Para ellos encontrar a su familia/tribu es encontrar a su identidad. Como recién se mencionó, lo digital está moldeando la forma en que encuentran su sentido de comunidad y es importante señalar que estas comunidades no son superficiales, sino que, al compartir identidad e intereses, el sentido de afiliación y vinculo social es fuerte.[14]

Al entender que el sentido de comunidad es importante para los posmileniales es necesario explorar cómo ellos ven a la iglesia. En los EE. UU., 1 de cada 5 individuo perteneciente a la Gen Z identificó a la iglesia como un lugar de condena. En una encuesta donde se representó a la iglesia por medio de imágenes el 21% eligió una imagen que sugiere fuertemente juicio, condena o “golpeteo de la Biblia”, y solo 1 de 7 eligió representar a la iglesia con una imagen que sugiere vida en comunidad. [15] En este estudio una cuarta parte de ellos respondió que “la iglesia no es un lugar seguro para expresar dudas”,[16] algo que dista mucho con la idea de comunidad que ellos pueden tener, ya que para ellos la comunidad debe ser un lugar donde expresar y mostrarse vulnerable es primordial.[17] Entonces, si ellos ven a la iglesia como un lugar de juicio y donde no pueden expresar sus dudas ya que será condenados, la idea de “comunidad = iglesia” es nula. En los EE. UU., 3 de cada 5 adolescentes/jóvenes cristianos dice que la iglesia no es importante para ellos porque encuentran a Dios en otro lado, la conclusión de los investigadores es que dentro de este grupo “al menos algunas iglesias no están ayudando a facilitar la conexión transformadora de los adolescentes con Dios”.[18] En términos globales The Open Generation concluye que “los jóvenes que están desconectados de Jesús también están experimentando una profunda desconexión de los demás, tanto en general como dentro de su comunidad religiosa”.[19] Esto parece indicar que para la Gen Z una relación significativa dentro de la iglesia (idea de comunidad) le ayudaría fuertemente a crecer en su vida espiritual. Para ellos una comunidad, su familia o tribu, es el lugar donde ellos se sienten seguros y puedan expresar su identidad.