Bienaventuradas las que lloran: las bienaventuranzas desde una perspectiva femenina, parte 3
Jesús veía a las mujeres en su dolor y respondía al quebranto de su corazón. Él se conmovía por el sufrimiento de su llanto, ya sea pérdida, injusticia, rechazo, desesperación o culpa. Y, se agradaba que exteriorizaran su dolor sin reprimirlas, sin miedo a mostrarse vulnerables y necesitadas.