¿Felicidad o sufrimiento? Mis diálogos internos
El aprender a ser racional en un mundo altamente irracional nos permite llegar a ser tan felices como nos sea posible.
El aprender a ser racional en un mundo altamente irracional nos permite llegar a ser tan felices como nos sea posible.
La influencia que la mujer tuvo en la infraestructura cristiana fue de suma importancia en la expansión del cristianismo primitivo.
Pero lo peor nos sobreviene cuando basados exclusivamente en tales corrientes muy probablemente falseadoras de la verdad juzgamos, condenamos y hasta a veces absorbemos o justificamos hechos y actitudes reprensibles de otros y aun de nosotros mismos.
Cuando se habla de la sucesión de responsabilidad en el manejo de las empresas familiares las estadísticas a nivel general revelan que tres de cada diez compañías logran desarrollarse en una segunda generación y, de estas tres, solo una llega a la tercera.
Según la fe correcta recibida, esta inspiración no anuló la personalidad, vocabulario, estilo y cultura de los escritores al poner por escrito la revelación. De ahí que la Biblia no sea un producto de la engañosa imaginación humana, ni esté desencarnada del contexto histórico y cultural en que fue compuesta, ni esté libre, por lo tanto, del trabajo editorial y de investigación de sus escritores.
La interpretación de las Escrituras debe realizarse también con el intelecto y esa humildad y temor de Dios que permiten, entre otras cosas, dejarnos enseñar y santificar, alinearnos a la verdad apostólica auténtica o volvernos a ella.
La lectura de las Escrituras, incluso con fin devocional, es una lectura de interpretación; pero es también una lectura de conexión con la comunidad que es la interpretadora por excelencia de las Escrituras, la iglesia, columna y fundamento de la verdad (1 Ti 3:15).
Gonzalo A. Chamorro, director del Instituto CRUX, conversa con el profesor Samuel Pagán, pastor, teólogo e investigador de las Sagradas Escrituras, sobre los Salmos y su importancia en la vida del hombre de fe.
Actualmente, todos estamos sufriendo de alguna manera por esta pandemia. Algunos literalmente no tienen qué comer, otros se enfrentan a una crisis económica por tener que cerrar sus comercios o ser despedidos.
No se trata de esperar pasivamente, sino activamente, tomando nuestras responsabilidades. Dios no nos ha dejado ni nos dejará solos, pero él no hará nuestra parte. A nosotros nos toca hacer mucho, pero la gloria siempre es para él.
El Espíritu Santo nos guía por medio del estudio fiel de las Escrituras y el análisis comunitario de la fe. Cierto, para eso no se necesita un doctorado en hermenéutica, pero sí se necesita la disciplina de escudriñar el texto. El Espíritu Santo no es elitista, pero tampoco es antintelectual.