
Esperanza escatológica y carácter cristiano
Jesús enseña a sus discípulos a ver el mundo como una gran oportunidad y, allí donde haya una oportunidad, hay esperanza.
Jesús enseña a sus discípulos a ver el mundo como una gran oportunidad y, allí donde haya una oportunidad, hay esperanza.
Es viernes y te invitamos a un café ¿cómo lo prefieres? Expreso, Latte, Capuchino, Mokaccino, Macciato, tómalo como más te guste, pero siempre en compañía de una buena conversación en Café, Cultura y Cristianismo.
No basta con tener buenas intenciones para predicar la Biblia, se necesitan hombres y mujeres preparados para su sana interpretación.
Un cristiano no se deja llevar por ideologías, se deja llevar por los principios y los valores que La Palabra De Dios nos enseña. Si una ideología va en contra de lo que Dios piensa, entonces va en contra de lo que yo pienso.
… que puedan secar sus lágrimas de dolor no solo con oraciones, sino con acciones concretas que les permitan a esos infantes sentir el abrazo tierno de quien dijera: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos…»
Es viernes y te invitamos a un café ¿cómo lo prefieres? Expreso, Latte, Capuchino, Mokaccino, Macciato, tómalo como más te guste, pero siempre en compañía de una buena conversación en Café, Cultura y Cristianismo.
Los jóvenes necesitan saber las razones doctrinales y empíricas respecto a sus dudas.
Las mujeres tienen un aporte valioso que dar y en muchos aspectos encarnan de forma natural los valores del reino de Dios.
Una explicación científica no descarta la intervención de Dios en la naturaleza, en cualquier caso, da muestras de la omnipotencia y dominio del creador en su creación.
Jesús nos invita, en medio del silencio de la soledad, a no buscar nuestra identidad en la falsa seguridad de las experiencias o los argumentos lógicos.
La figura de Jesús muestra a esta generación la necesidad de vincularse con algo genuino, real y honesto. Es posible que el conocer más de la figura/persona de Jesús tiende a ser más significativo a su identidad que el pertenecer a una confesión eclesial.
El viernes santo no es solamente el padecimiento del Cristo, sino el padecimiento de este mundo en el crucificado que carga sobre sí la fuerza de las palabras mundanas.