¡Yo no seré como Lot!
Podemos trabajar intencionalmente para construir familias saludables, fundadas en La Roca, es decir, en Jesucristo.
Podemos trabajar intencionalmente para construir familias saludables, fundadas en La Roca, es decir, en Jesucristo.
Una vida de santidad no se logra apegado a la pornografía, se logra apegado a Dios como base fundamental.
Hoy más que nunca debemos tornar nuestra vista a lo que es vital, fortalecer y rescatar la imagen del matrimonio. Debemos replantearnos lo que conlleva sacarlo adelante, bajo los preceptos bíblicos únicamente.
La posibilidad de dar sentido a la vida no depende del padre que obliga al hijo cumplir con sus sueños, sino del padre que, a pesar de sus errores y aciertos, le dice al hijo que es posible dar sentido propio a su vida.
¿Alguna vez te detuviste a pensar que este Dios de la adopción también fue adoptado por un padre terrenal? Antes de escandalizarte por esta afirmación, déjame elaborar a qué me refiero y permíteme brindarte una nueva perspectiva de los primeros capítulos de Mateo.
Esta situación me preocupa mucho. ¿Dónde estábamos los adultos que criamos a esta generación? ¿No estuvimos en la sobremesa de la cena hablando de estos temas tan comunes y presentes en la televisión y películas que veían nuestros hijos? ¿Acaso no analizamos la música tan sugestiva que escuchaban? ¿No nos percatamos del efecto que tendrían los teléfonos inteligentes en sus manos? Lamentablemente, dejamos que la cultura entrara en sus mentes y corazones y formara su ética.
Los hijos de una tercera cultura pueden tener cuatro ventajas sobre los demás: 1) tienen la capacidad de adaptarse a la nueva cultura, 2) están más abiertos a nuevos puntos de vista, 3) están más abiertos a nuevas experiencias y 4) se tienen más confianza.
Todos ven el mundo a través de distintas “gafas culturales”. Estas formas de ver el mundo marcarán diferencias entre la cultura dominante y la cultura matriz del CTC, por lo tanto, influirá notablemente en su sentido de arraigo y seguridad. Pueden aportarle riqueza cultural, pero puede también generar dudas y preguntas con relación a lo que debe incorporar y qué es lo correcto.
Se definió a la tercera cultura como un término genérico para analizar el estilo de vida creado, compartido y aprendido por aquellos que pertenecen a una cultura y están en proceso o se relacionan con otra.
Las iglesias necesitan superar la mentalidad de centros de actividades para y por las familias, y comenzar a convivir en comunidad como una familia de fe. Aceptación y pertenencia son las necesidades humanas universales y solo la iglesia puede brindarla derribando todo tipo de muros y cerrando todo tipo de brechas.
Es de suma importancia que los líderes cristianos modelen las relaciones bíblicas y las actitudes saludables hacia la sexualidad piadosa. Se debe tener mucho cuidado en promover un ambiente de trabajo y ministerio saludable con respecto al acoso sexual y las políticas relacionadas.
Los pastores y líderes cristianos están en una posición ideal para ministrar y equipar a las familias que enfrentan el estrés del divorcio, el ausentismo y la paternidad pasiva o conflictiva. Una cosa no tan obvia que las iglesias pueden hacer es eliminar algunas de las actividades ministeriales menos cruciales programadas en sus calendarios anuales.